Durante los primeros años, invitábamos a nuestros clientes a participar de una actividad que se realizaba simultáneamente en nuestros tres parques en donde se entregaban globos blancos donde cada familia podía escribir un mensaje de cariño a aquella persona que ya no está con nosotros. Luego de una misa que invitaba a reflexionar, recordar y homenajear, se realizaba un lanzamiento de estos globos al cielo, siendo miles los que simultáneamente y en todos nuestros parques iban al cielo para poder de una manera simbólica llevar estos mensajes a quienes no están.
A lo largo de los años recibimos más de 250.000 familias que quisieron homenajear a sus seres queridos. Sin embargo, a partir del 2019 y producto de ser una empresa B , quisimos darle una vuelta a nuestro evento y realizarlo más amigable con el medioambiente y la comunidad.
Según diversos estudios, hasta 200 años demora el plástico en desintegrarse. Un largo tiempo que invita a todos a realizar acciones para tener un planeta más sano y libre de residuos, y también a repensar la forma en forma como hacemos las cosas. Por eso, en el décimo aniversario del Día del Recuerdo, nos planteamos el desafío de dejar atrás el habitual lanzamiento de globos de plástico para dar paso a una celebración más sustentable. En esta oportunidad, se invitó a los visitantes de los tres cementerios parque ubicados en Huechuraba, Puente Alto y Peñaflor, a que escribieran mensajes de afecto para sus seres queridos que ya no están en papel biodegradable y colocarlos en árboles nativos que luego fueron donados para la reforestación de distintas zonas de la Región Metropolitana. 3.000 árboles nativos son los que, gracias a esta iniciativa, darán vida a los recuerdos de miles de personas que asistieron al Día del Recuerdo 2019.